Lo que llega al alma.

En el tejado de aquella casa, cuando el sol se pone, ella deslizas su mano por las cuerdas de aquella guitarra, convirtiendo amor en melodía, su voz, serena y dulce, sigue el sonido ligero de las cuerdas, mientras en la otra parte de la ciudad, en el gran teatro,  no dejan los ánimos atrás, los actores se miran mientras hacen juegos expresivos, no sé cómo hay gente que consigue llorar, sin sentimientos de por medio, me encantaría ser como ellos, sin duda.  Anochece, las luces de la ciudad alumbrar la avenida, el olor del mar se cuela en cada uno de los poros de la gente que corre, sienten esa brisa marina en sus caras, liberados, se sienten liberados. Mientras en un lugar remoto, en una esquina, esta él, con su sonrisa que me cautiva y el resto de sus amigos, inhalando felicidad, esa felicidad, que a cualquier ser humano le apetecería tener. Una casa alejada en la que un hombre mayor, con barba y con ochenta años más que yo, mira con su lupa las mariposas disecadas, malvado, pero, tranquilo y solo. No obstante, yo prefiero dar vida a mi cuerpo, hacerlo disfrutar y que sonría por sí mismo, que derroche felicidad, nobleza y elegancia, cumplir sueños mientras escucho la música.

No importa lo que hagas a lo largo de tu vida, que tipo de sueños quieras lograr, lo que dirán , ni a donde quieras llegar, tan solo tiene que importarte si eres feliz, y si estas viviendo de verdad.

lucha leona.

El tiempo se ha ido volando como las golondrinas,  la batalla ha llegado a su fin ,  el contador se ha quedado parado, el resultado ha desaparecido, creo que he perdido. 

No tienes ni la menor idea de lo que esta ocurriendo a tu alrededor, lo que el futuro te deparara, simplemente sabes, que  él se quedara  en formato de recuerdo en tu cerebro. Pequeña, te quedan batallas por librar, habrán muchas en las que ganaras, y otras que volverás a perder, pero tu eres fuerte, eres una leona, así que, levántate de esa cama, deja de comerte el coco, no le des más vueltas, sécate las lagrimas, dirígete al baño  y sonríe, sonríe hasta que la mandíbula te duela, mira lo maravillosa que eres, sal a la calle y  disfruta de cada milésima de segundo de esta vida , porque es TÚ vida. 

Eres una leona, siempre lo serás, porque  hayas perdido una  batalla, no significa que no sepas rugir con todas tus fuerzas.

Habla claro.

Ya han pasado 24 horas sin que le pueda sacar una sonrisa, y mira como la rojiza necesita el color azul, necesita una conversación eterna llena de bandas sonoras, comentarios estúpidos, y una que otra confesión, extraño, pero cierto. Últimamente solo él le daba esa vidilla...Mira como esa eterna bipolar no siente sino más que un nudo en la garganta y una extraña sensación en el pecho. Los atardeceres necesitan de su calor para que tengan ese naranja especial. Creo que necesita desengancharse, esta acostumbrada a su presencia día y noche. Tiene que medicarse, si no , no se acostumbrara. Él es así, quizás más bipolar que ella, no sabe lo que quiere ni cuando lo quiere, es impredecible, también algo cabrón, está loco ¿Y? Él es así, y ella le conoció a sabiendas de que tarde o temprano se daría cuenta de como era de verdad, de la eterna mentira donde les hacia caer. Las atrapa, y las deja ir cuando no quieren marcharse, es así y es culpa suya, porque ella lo sabia.Tiene que acostumbrarse a que el no es como los demás. Acostúmbrate cariño, si no, te volverás más loca de lo que ya estas. Él es así, déjate de comer el coco. No sirve de nada. 
Ella no hace caso, prefiere mirar por la ventana, abrir la puerta de su imaginación y hablarle por telepatía, ella es así de masoquista.

Grita.

Un nudo se apodera de mi garganta, no me deja respirar, un inmenso dolor comienza a hacer huella en mi estómago, y esas inmensas ganas de gritar que no me dejan sola ni un puñetero instante

. ¿Qué ocurre? . 

 No puedo con esto, no yo sola, te necesito, como en los viejos tiempos. Cierro los ojos con fuerza.

 Un portazo en medio del silencio de la casa, y de repente, otro golpe, los nudillos de mi mano izquierda escuecen, y una abolladura aparece en la pared. No puedes ni un segundo, no puedes así. 

No merezco esperarte. No sirve contestarle mal. Tengo que valorarme más. No me dan de lado.

Relajarme, escuchar música, sentir e intentar bailar, es lo que me saca sonrisas, pero eso tampoco ayuda.

 Necesito salir corriendo de aquí, huir, esquivar a los coches y a la gente, correr por la carretera, y sentirme libre, libre de verdad, ligera,  como si fuera a volar, tan ligera como una pluma, sin sentir nada aquí dentro,  sin peso, sin sentimientos. Corre, puedes, puedes hacerlo,  puedes sentirte ligera y libre, puedes volar.

 G-R-I-T-A hasta quedarte ronca, mata a alguien si hace falta, pero se feliz, te lo mereces…

Me lo merezco.

No voy a salir corriendo.

Abrí sesión sin pensar en nada, algo me impacta, cierro sesión.

De un golpe cierro la puerta y me pierdo en la habitación, a cada paso que doy es uno más que me cuesta aguantar las ganas de gritar. Debajo de las sabanas  una se siente más segura, sin que el mundo le pueda hacer daño, decido huir con mi música a otro planeta, quizás a Marte, donde no pueda estar él, donde su miedo no me haga daño. Cierro los ojos con mucha fuerza, en el vano  intento  de no dejar escapar ninguna  lágrima, intento no dramatizar y pensar en positivo, poner música para que salga una sonrisa a la luz, pero el reproductor aleatorio no parece darse cuenta de que necesito reír. No puedo huir, soy una leona, y las leonas luchan. De repente lo suelto todo… ¿Qué más da?  Eres un jodido huidizo, un cobarde, sin embargo, creo que te esperare aquí sentada.