Le he mantenido respeto y fidelidad desde que lo conocí, siempre fue alguien que me intimido desde el primer instante en el que lo observe.Él me ha dado lo que desde muy niña he necesitado, tranquilidad y cariño. Sin requerir esfuerzo conseguí querer cada una de las partículas que lo componían, a pesar de que todas ellas son un conjunto de amenazas … Esta vez todo ha sido mucho más especial, me he sentido tan nerviosa como la primera vez que mantuve contacto con su textura y su aroma, sin embargo, como era de esperar, fue capaz de calmarme, esa sensación de agobio y de no saber qué hacer al tenerlo delante, se esfumo, el miedo que había conseguido paralizar cada uno de mis músculos, se había ido con tan solo susurrarme en otro formato “Tranquila, yo te cuido” , sinceramente, eso fue lo que logro relajarme, su voz. Me quede perpleja ante tanta belleza, me perdi entre las imperfectas ondas de su cuerpo, me cegué ante sus magníficas formas y colores, y únicamente me fije en sus movimientos, en todo lo que había a su alrededor, todo lo que haba convertido en mágico a su paso.
Creía estar vacía, creía que nada me podía llenar, pero hoy, me he vuelto a enamorar, del mar.
PD : Sensaciones en la 1º clase de submarinismo.
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