BodyB.

Habíamos llegado aquella playa secreta, donde las olas rompían en la orilla y en los grandes acantilados que rodeaban la playa.Un espectáculo. El sol arde y brilla con fuerza, la arena quema, pero hay brisa, brisa que forma olas, bonitas olas, uniformes y enormes. Me entregaste un jacket. Estabas tú más nervioso que yo, era mi primera clase, y no podía esperar a meterme en el agua, espere a que estuviéramos listos, por fin nos adentramos en el agua, no podía estar más cómoda, iba a hacer algo que llevaba esperando años, y lo iba a hacer de la mano de un profesional, ese profesional con el que he compartido millones de cosas, ese, que es especial, si , desde luego, tengo el mejor profesor del mundo, y el más atractivo en traje de neopreno también, la verdad, para que mentirnos, demasiado atractivo. Malvada. Te colocaste encima de mí y comenzaste a darle a las aletas, ahora si estaba nerviosa, presentía que iba a ocurrir algo grande, que sería difícil olvidar, una sensación de adrenalina mezclado con calma y felicidad, la ola se dirigía hacia nosotros, con ganas, como si quisiera machacarnos, paralizarnos, pero perdió, el boogie pego un pequeño salto, y caímos de nuevo al mar, en busca de poder unirme a ellas, tranquilos. Mi corazón latía a mil por hora, había sido chiquita, pero sin embargo, había sido la primera. Olas quiero olas, fantásticas, uniformes y gigantescas, regocijarme entre ellas, sentir el tacto de mis manos sobre el agua.